Nací en Madrid, una gélida tarde de enero de un año perdido en el tiempo.

Por circunstancias familiares, me trasladaron a vivir a Barcelona cuando todavía no tenía edad 

para opinar, ni mucho menos, elegir; y en Barcelona sigo apegada al mar y, al mismo tiempo, añorando el chocolate con churros y el casticismo de mi tierra. 

Mi carrera de Periodismo me facilitó trabajar en un importante programa de radio durante un 

tiempo, aunque mi labor habitual se ha desarrollado en el Ayuntamiento de Barcelona, donde me aburría tanto, que empecé a escribir mi primera novela, publicada por Alhulia en 2012, 

Memorias de una funcionaria bajita. Luego, llegó la segunda Speculum, que busca editor 

desde hace un tiempo y la recién terminada Noches de lluvia y boleros.

Y no os canso más, que todos sabemos que hablar de uno mismo es muy difícil y puedo caer en

tópicos. ¡Eso jamás!

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A sus 20 años, Celia Carrasco es una joven estudiante de Administración y Dirección de Empresas, apasionada del mundo de los negocios y el emprendimiento.

Sin embargo, detrás de su éxito académico, se esconde una llama ardiente que quema en su interior: su pasión por el arte de las letras.

Desde temprana edad, escribir fue su refugio, escribir ha sido para ella un acto de evasión, un medio para adentrarse en mundos imaginarios donde podía liberar su mente y explorar sus emociones más profundas. 

Pero pronto descubrió que sus escritos no eran meras palabras en una hoja en blanco, sino que se transformaban en una ventana hacia su alma y el universo que la rodeaba.

Dotada de coraje y movida por su pasión, Celia decidió compartirla y emprendió esta nueva aventura literaria. Comprendió que la literatura no era sólo una forma de expresión, sino una manera de conectarse con el mundo y explorar los límites de la imaginación humana. 

A través de sus escritos, Celia nos invita a sumergirnos en un universo donde las palabras adquieren vida propia y la creatividad no tiene límites.

Celia nos invita a descubrir la belleza que se esconde tras la rutina y el caos, a comprender que la vida es mucho más de lo que parece a simple vista. Con su prosa envolvente y su habilidad para transmitir emociones, la autora nos transporta a mundos desconocidos y nos invita a soñar junto a ella.

Verónica Tejedor Escribano, nacida en Zaragoza el 18 de febrero de 1980.

Pasa su infancia junto a su familia en Illueca, Zaragoza, donde comienza a trabajar a los 16 años.

A los 25, se traslada a la capital aragonesa en busca de una mejora de empleo. Allí encuentra trabajo en un Centro de Educación Infantil. En él verifica que esta es su vocación.

A los 32 años, se va a vivir a Málaga, donde decide formarse en lo que siempre ha soñado, consiguiendo finalizar los estudios de Técnico en Educación Infantil y Magisterio Infantil.

Desde pequeña siempre ha estado rodeada de libros, razón por la que en la actualidad se declara una enamorada de los álbumes ilustrados. Es tal su amor por ellos que en 2022 consigue publicar su primer cuento La brujita de la mermelada, dirigido a niños y niñas de 3 a 8 años.

Le encanta hacer feliz a las personas que le rodean, las manualidades, disfrazarse, hacer cuentacuentos y jugar a juegos de mesa con sus mejores amigos.

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Cristina Zaya es una mujer motera de 32 años de edad, nació en Sevilla, España. Sufrió buylling durante 8 años de su vida, tanto en el colegio como en la urbanización donde vivía y, para evadirse de ello, escribía poesía y leía libros.

En el año 2022, fue elegida para formar parte de la antología de microrrelatos Microterrores IX. En el año 2023, ha vuelto a formar parte en la antología número X, pero esta vez llamó la atención y fue elegida para formar parte de un nuevo proyecto.

Ésta autora nos contará diversas historias: la enigmática guardia de su padre en la mili,  viajes realizados, etc. Todas historias reales y recónditas.

María Antonieta Lavalle Salvatori o Marita, como la conoce la mayoría ha publicado entre México y España en varias revistas, antologías e incluso cuenta con un libro de poesía, titulado Desesperado jueves.

Aunque sus escritos nos muestran a una mujer sensible y sensual, sus lecturas son muy variadas: desde una novela negra a textos históricos o un libro de poesía, a la biografía de alguna mujer extraordinaria.

Una mujer sencilla, amante de sus bichos, como ella llama a sus perros y gatos. Además, le gusta pasear ya sea por alguna ciudad maravillosa o un pueblo encantador donde disfrutar de una buena comida y un buen vino.

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Mi nombre completo es Susana Inmaculada Amaro Caamaño, nací y vivo en La Coruña, el 30 de octubre de 1964, en el seno de una familia numerosa: somos 12 hermanos, yo ocupo el 11° puesto.

Estudié medicina en la USC, y me especialicé en Medicina Familiar y Comunitaria en 1994. 

Trabajé como médico de familia hasta que, en 2017, me diagnosticaron  la Enfermedad de Parkinson, tengo una incapacidad permanente absoluta desde el 2020.

Nunca escribí relatos hasta el confinamiento, fue en ese  momento cuando empecé a hacerlo en un blog de reflexiones. A las personas de mi entorno les gustaba cómo escribía. Gracias a la Asociación Parkinson Coruña-Galicia y a su logopeda Belén por animarme a seguir haciéndolo, y a una de mis cuñadas, Rita, que me insistía para presentarme a un concurso, lo hice y ya sabéis el resultado. 

A partir de la publicación de mi microrrelato "Las Puertas del otoño", fui seleccionada para participar en este proyecto.

Espero poder seguir escribiendo y participando en este y en otros proyectos venideros.

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Escritora de andar por casa nacida en Madrid. Idealista. Soñadora ecléctica y vanguardista. 

Procrastinadora eficiente.

Amante de las Artes, de la niebla y del tomate. Admiradora de Benita Rico, de Fernando Pessoa y de un señor llamado Karlos Arguiñano. Todo en este mismo orden.

Muy fan de Empédocles y del cuarto mallorquín (dulce riquísimo).

Ilusionada por tener la suerte de poder colaborar para esta antología inquietante que nos arranca y nos despega.

Espero os guste. Os acompañaré en este viaje con un Billete para dos.

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Oriunda de Bilbao, se crió en Zaragoza la que considera su tierra y ahora sevillana de adopción. 

Estudió Relaciones Laborales entre Zaragoza y Sevilla, actualmente ejerce de agente de asistencia, y eso da para narrar experiencias, que no dejarán indiferente al lector.

Devoraba libros desde muy temprana edad y se animó a escribir relatos.

Ha ganado algunos concursos, y publicado algunos microrrelatos, género que le apasiona.

Su escritura suele ser realista con algunos toques de ficción, sin filtros ni correcciones, sus letras fluyen desde el sentimiento y la imaginación, a menudo las palabras surgen a un ritmo mayor que el que alcanza para escribirlas.

Ha participado en varias sesiones de micro abierto, e incluso se ha atrevido a improvisar sus relatos.

La “sevimaña”, como le dicen algunos, escribe por placer, siempre bajo el pseudónimo de Sirk, que es su nombre al revés, porque a ella le gusta escribirlo con K.

Próximamente verá la luz su libro de microrrelatos y trabaja en el esqueleto de una novela que se titula Gracias puta (vida).

Los finales no siempre son felices, aunque sí sorprendentes.

Y sí, le encanta viajar.

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